Mbappé, tampoco
POR, 0 – FRA, 0 (M. 100)
Dembélé, el único en revolucionar el partido para Francia, se marca una de sus jugadas clásicas, una galopada sensacional para cederle el cuero a Mbappé cuando pisa el área. El delantero recorta, se perfila, tarda una hora en rematar, y la bola se estrella en un rival.
La dependencia de los franceses en entregarle la pelota a Mbappé para que defina -lógica si se atiende a su calidad y estadísticas habituales- no le ha sido rentable en este partido, al menos hasta el momento.