Como regalo de papá por el día del niño… Pachuca derrotó 2-1 al América para avanzar a la Gran Final de la Concacaf Champions Cup con global de 3-2 y ahora espera al ganador de la llave entre Columbus Crew y Monterrey.
Fueron 15 minutos de auténtica pesadilla para el América. El primer balde de agua fría llegó con la lesión de Sebastián Cáceres, quien se lastimó la rodilla y muy rápido tuvo que dejar su lugar a Ramón Juárez.
Sin embargo, las alarmas azulcremas se encendieron cuando Emilio Rodríguez aprovechó la buena suerte de los Tuzos para fusilar a Malagón y poner el 1-0 después de que Lichnovsky tapó un disparo y la pelota quedó ‘muerta’ en el área .
Las Águilas aún no se habían recuperado del primer golpe cuando les cayó el segundo gol en una buena jugada que terminó con disparo del Chiquito, atajada de Malagón y una balazo de Nelson Deossa, quien aprovechó el rebote para firmar el 2-0 apenas a los 14 minutos.
Fue entonces cuando América despertó, armó un jugadón colectivo para que Zendejas le pusiera un gran centro a Henry Martín, quien apareció solo en el área y sentenció el 2-1 de cabeza para regresar a las Águilas a la eliminatoria.
A partir de ese momento, América fue superior y tuvo una opción muy clara que Henry Martín dejó ir de forma increíble cuando no supo definir ante el buen achique del portero Carlos Moreno.
También Quiñones tuvo la suya e incluso la mandó guardar, pero se levantó la bandera y todo se anuló por un claro fuera de lugar antes del medio tiempo.
Para la segunda mitad llegaron los cambios. Almada mandó a Bautista por Rodríguez y Jardine echó mano de Richard Sánchez y Kevin Álvarez en lugar de Jona dos Santos y Ramón Juárez en dos movimientos con intenciones ofensivas. Luego vinieron Brian Rodríguez y Chava Reyes por Zendejas y ‘Chicote’ Calderón.
A falta de 20 minutos en el tiempo regular, Pachuca sacó a Erick Sánchez y a Idrissi para poner el cerrojo y buscar sellar el pase a la Gran Final, situación que al final le resultó y logró llegar a la otra orilla. América se quedó con 10 hombres cuando Israel Reyes bajó a Deossa, quien se quitó a cuatro defensas y ya se enfilaba para fusilar a Malagón.